Durante el virreinato de Nueva Granada los dirigentes enviaron un grupo de exploradores en lo que se llamó la "Real Expedición Botánica" en búsqueda de nuevos productos para exportar a Europa. Entre los descubrimientos de la expedición estaba la corteza del árbol de Quina, cuya infusión de sabor amargo curaba la malaria.
En ese momento los ingleses estaban llevando a cabo campañas militares en la India y sus soldados estaban muriendo de malaria. Las infusiones de corteza de Quina se volvieron indispensables para la supervivencia de los soldados, quienes comenzaron a agregarle azúcar, cítricos, y botánicos para suavizar el fuerte sabor amargo de las infusiones, creando los primeros jarabes de tónica. Poco después se mezcló con gin y se dio origen al primer Gin Tonic.
Acabada la guerra los jarabes de tónica llegaron a las manos de Johann Jacob Schweppe (fundador de Schweppes) quien carbonató el jarabe y creó la primera agua tónica carbonatada. Poco tiempo después, Joseph Pelletier, un científico francés, logró aislar la quinina de la corteza del árbol de quina. Esto permitió industrializar el agua tónica y las medicinas contra la malaria.
En Pelletier & Co. queremos hacerle honor a esas primeras recetas de tónica, esas que se hacían con botánicos naturales, en pequeños lotes y sin aditivos químicos. Así volver a las raíces de la coctelería para expresar los botánicos en su mejor versión.
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Comenzamos haciendo jarabes de tónica y hemos expandido nuestro portafolio para que hacer varios tipos de cocteles sea fácil y costo eficiente.